VAGINISMO DESPUÉS DEL PARTO

En ocasiones me consultan mujeres, que han llegado a mí después de dar muchas vueltas, que padecen «vaginismo». El vaginismo es la dificultad de realizar el coito (penetración) por la contracción involuntaria de los músculos vaginales. El problema en estos casos empieza siendo físico, pero en poco tiempo acaba derivando en un problema emocional de difícil control.

Durante el parto, la mujer sufre un sobre-estiramiento de la musculatura vaginal, que en ocasiones deriva en una reacción de contracción (una especie de mecanismo de defensa del cuerpo) fisiológica.

A raíz de ese momento, y pasada la cuarentena, cuando se intenta volver a tener relaciones completas con la pareja, la mujer se encuentra con que la penetración resulta extremadamente dolorosa (dispareunia) e incluso, en ocasiones, imposible.

Hasta aquí todo responde a un mecanismo puramente físico. Pero cuando esto sucede en los siguientes intentos, suele desencadenar un miedo que acaba derivando en inapetencia sexual por parte de la mujer… y la consiguiente insistencia del hombre (lo cual genera aún más estrés en la mujer).

La suma de todo esto acaba dando como resultado que la mujer procura evitar el momento de soledad con la pareja, espera a que se duerma, se pone a hacer cosas «porque está muy ocupada», o se vuelca en la crianza.

Durante todo este proceso es habitual hacer alguna consulta médica. Y casi siempre suelen echar mano de la paciencia, o recomiendan el uso de algún consolador para ir relajando la zona. Alguna vez se llega a recomendar cirugía (para casos muy severos), pero, por mi experiencia, todo esto son pequeños «parches» que no terminan de ser del todo efectivos.

En estos casos, lo más recomendable es hacer una planificación de la recuperación:

– Cuando una mujer acude a mi consulta con este problema, en primer lugar tratamos el tema físico: la contracción permanente de la musculatura. Y como es musculatura, la fisioterapia es ideal. Aplicamos técnicas de masaje y estiramiento, y enseñamos a la mujer a realizárselos ella misma (automasaje). A veces, cuando vienen acompañadas de la pareja, también le enseñamos a realizarlo, así se involucra en el proceso y suele haber más comprensión por su parte.

– Por otro lado, es importante, hasta que la mujer se sienta recuperada, que se realicen juegos sexuales con la pareja, teniendo claro que «la penetración está prohibida». Esto hará que la mujer esté relajada desde el principio, sabiendo que no va a haber «otro intento frustrado». Así, va sintiendo y consiguiendo volver a llegar a la excitación, gracias a la cual la mujer recupera el interés sexual.

– Una vez llegados a ese punto, será la propia mujer la que «demande» volver a tener relaciones completas. Y generalmente con éxito.

Este proceso puede llevar semanas, pero suele ser muy eficaz. La intervención de un terapeuta sexual puede acelerar la recuperación.

Resumiendo, el vaginismo es un problema que, tratado debidamente, se resuelve con relativa facilidad. Sólo es cuestión de dar los pasos adecuados, olvidando el «tabú» y sabiendo que se puede volver a disfrutar de las relaciones de pareja «como antes».

M. Mar García Gallego
Fisioterapeuta col. 495 – Osteópata C.O.

×

 

Hola!

Haz clic para chatear con nosotros!

×